Podemos pensar en el entrenamiento como un gran rompecabezas en el cual debemos tener una variedad de estímulos y sensaciones que facilitarán el proceso de preparación y nuevos niveles de acondicionamiento. Un plan de entrenamiento se divide en distintas fases con objetivos diferentes bajo los cuales se especializará dicho plan, desde lo general a lo particular.
Este rompecabezas debe tener un orden a fin de contar con entrenamientos específicos de acuerdo a la etapa de preparación, con algunos elementos que permanecen durante toda la temporada.
Estos algunos ejercicios de acuerdo a la estación de la temporada:
Pre temporada o preparación general.
Carrera continua en baja intensidad (Zonas 1-2) incremementando su duración.
Periodo Pre competitivo.
Ciclismo con trabajo de intervalos Aerobicos e intensivos (Zonas 1-4).
Periodo Competitivo.
Trabajo de transiciones ya sean cortas con mayor intensidad (Zonas 4-5) o largas de baja intensidad (Zona 1-3) con especial énfasis en agilidad en el cambio de prueba o transición.
Periodo post competitivo o transición.
Trabajo en baja intensidad (Zona 1) acompañado de trabajo degenerativo en otros deportes de bajo impacto.
Las zonas de entrenamiento son la guía de intensidad en deportes de resistencia:
Zona 1- Trabajo ligero con muy baja intensidad y sensación de esfuerzo muy cómoda.
Zona 2- Trabajo aerobico de larga duración y una sensación cómoda a pesar de tener una sensación de esfuerzo.
Zona 3- Trabajo aeróbico medio a intenso de mediana duración 1-3 horas con una sensación cómoda con algo de incomodidad al final de la sesión.
Zona 4- Trabajo de umbral aeróbico intensivo de una duración máxima aproximada de 1h con una sensación de esfuerzo ligeramente incomoda al principio y algo más acentuada al final de la sesión.
Zona 5- Trabajo anaeróbico que va desde el trabajo con retención de ácido láctico que puede ser desde esfuerzos muy cortos a máximo esfuerzo, a esfuerzos con alta intensidad cercanos a 60 minutos, aproximándose más a una sensación de zona 4.